Son muchas las ventajas de este tipo de envase, en Bodegas Gallardo destacamos una de ellas por encima de todo: adaptación a tus necesidades. Es un envase perfecto para conservar todas las características del vino, lo que te permite consumirlo al ritmo que necesitas. 

Si te dedicas a la hostelería, perfecto para almacenar e ir usando cada vino al ritmo que pide tu cocina.

También es perfecto para guardar en tu nevera y tomarte una copa de vez en cuando de tu vino favorito, siempre estará igual de rico.

Estas son las ventajas resumidas:

1. Conserva el vino en condiciones óptimas. El vino está totalmente protegido, sin recibir la luz exterior, por lo que no se oxida. Además, el sistema de grifo hace que el envase permanezca perfectamente cerrado, y la bolsa se contrae a medida que se vacía de vino, impidiendo la entrada de oxígeno. 

2. Fácilmente apilable y transportable. Es mucho más ligero que las botellas, y muy robusto; las posibilidades de rotura se minimizan.

3. Más barato y versátil: este tipo de envase suele contener de 1,5L a 5L para consumo doméstico, y hasta 20L para hostelería, por tanto, se producen eficiencias y economías de escala en la cadena de producción y envasado, que se trasladarán al precio final al consumidor, por lo que la relación calidad precio es excelente. 

4. Sostenibilidad: más ligero, más fácil de transportar, economías de escala en el proceso de producción… todos estos factores influyen en que la huella de carbono de este tipo de envases sea muy inferior a la de los envases alternativos. Asimismo, tanto el cartón como la bolsa son totalmente reciclables, con lo cual el aprovechamiento es máximo.

Por estas razones, os animamos a usar este formato (BiB).