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Antigua Bodegas Gallardo

Un poco de historia...

BODEGAS GALLARDO, la bodega más antigua del municipio, sigue la tradición centenaria de la familia de elaborar y embotellar los mejores vinos de la zona. Es desde Chiclana donde en 1987 Manuel Gallardo Romero, familia de bodegueros desde el siglo XlX, traslada su bodega y la ubica en Vejer, a orillas de el río Barbate, a pie de la colina de la Villa, en la zona conocida como La Barca de Vejer. Zona fresca y protegida de los vientos, puerto natural donde se comerciaba con vinos desde la más remota antigüedad.

La Villa de Vejer es un pueblo blanco del sur de Cádiz, que se sitúa muy cerca del mar Atlántico, en un monte desde el que se divisa África. Muchas civilizaciones han habitado este emplazamiento que ha ido cambiando de nombre a lo largo de los siglos.

En época Fenicia se llamaba Beka o Bekkeh, más tarde en época Romana fue Baesipo y en tiempo de Castilla ha sido Vexer y más tarde Vejer. También se conocía por Vexer de la Miel, por la abundancia de colmenas que había entre los viñedos que había en sus laderas.

El cultivo de la viña fue actividad importante durante siglos, por la insolación natural y la frescura de sus tierras, tan cerca del mar. Sus vinos, por su calidad, fueron llevados por todo el mundo desde los fenicios por el Mediterráneo hasta América, en el Nuevo Mundo, por los navegantes castellanos y andaluces.

El vino de Vexèr tuvo siempre fama de ser de muy buena calidad. En 1752, el Gran Señor de Andalucía, el Duque de Medina Sidonia, amante del vino y con innumerables viñedos y bodegas, le obsequia al Marqués de la Ensenada “un barril de vino de Vexèr”, como regalo exquisito y apreciado. El cultivo de la viña, así como el olivar, posteriormente, va desapareciendo paulatinamente de la campiña de Vexèr pero permanece en las vecinas Conil y Chiclana.

Hoy, el equipo de BODEGAS GALLARDO trabaja con el objetivo de mantener la tradición pensando en el futuro, ofreciendo nuevos productos que estén a la altura de lo que el mercado demanda.

Historia de Bodegas Gallardo

Equipo de Bodegas Gallardo

Equipo de Bodegas Gallardo

La Barca de Vejer

La Barca de Vejer es, desde nuestra historia más remota, un lugar de paso para transeúntes, comerciantes, viajeros... al buscar el lugar que permitía cruzar el río Barbate, precisamente en la zona hasta donde los barcos de corto y mediano calado llegaban a puerto. Precisamente, en época medieval, estando la villa de Vejer bajo los dominios jurisdiccionales del Ducado de Medina Sidonia, este puerto se asentaba como uno de los principales de la geografía andaluza, llegando así hasta nuestras tierras comerciantes genoveses, holandeses, africanos... además del numeroso trasiego comercial cotidiano, que desde aquí subía a Vejer por la cuesta que llega al Arco de la Villa, su entrada principal.

Será junto al puerto comercial y el puente de piedra y barca de pasaje, gracias al abrigo de las cuevas y laderas del monte donde se asienta el pueblo, además de la abundante agua potable, nace una pequeña aldea donde proliferan los mesones y fondas, dedicadas al cobijo de transeúntes. También, fue el lugar donde el ducado construyó un gran almacén y atarazanas, para guardar los peltrechos y barcos de la almadraba de Zahara de los Atunes.

Será desde finales del siglo XVI e inicios del XVII, cuando se multipliquen los vecinos de este arrabal, surgiendo por entonces la Parroquia de San Nicolás y muchos otros comercios, entre ellos, pequeñas bodegas dedicadas a la elaboración de vinos de la zona, como es el caso que nos ocupa, lugar donde existe una bodega desde inicios del 1600.

Por todo ello, La Barca, puede considerarse "Puerto y Puerta de Vejer".

La Barca en la Guerra Civil

Col. Part. Carlos Gomez Lopez

Ahí se ven los mástiles de los faluchos de barbate que se resguardaron en La Barca en la Guerra Civil.