Variedad Pedro Ximénez envejecido en madera de roble.
De color oscuro, su olor dulzón evoca a pasas y uvas muy dulces. En paladar es semidulce y cremoso. Este vino es ligeramente menos dulce que el moscatel y un Pedro Ximénez por lo que se emplea no sólo para aperitivo, también para acompañar postres, tartas, cremas o helados. Su grado alcohólico de 16 grados y su aroma y color aseguran una larga vejez en madera de roble.
234286